El IVA en Chile: Todo lo que una PYME Necesita Saber

El IVA en Chile: Todo lo que una PYME Necesita Saber

El Impuesto al Valor Agregado (IVA) es el impuesto más importante y transversal de Chile. Como dueño de una PYME, interactúas con él todos los días, pero ¿entiendes realmente su mecánica?

Comprender cómo funciona el IVA no solo te ayudará a cumplir correctamente con el SII, sino que también te permitirá tomar mejores decisiones de compra y de fijación de precios.

Vamos a desmitificar este famoso 19%.

Concepto Clave: Tú no Pagas el IVA, lo Administras

Este es el primer y más importante cambio de mentalidad. Cuando vendes un producto o servicio afecto a IVA, el 19% que le cobras a tu cliente no es dinero tuyo. Tú actúas como un intermediario que recauda ese dinero en nombre del fisco.

Tu verdadera interacción con el IVA se da en el juego de débitos y créditos.

Débito Fiscal: El IVA que Cobras

Como vimos en nuestra guía del F29, cada vez que emites una factura de venta, generas un Débito Fiscal. Es el IVA que tienes la obligación de entregarle al Estado.

Crédito Fiscal: El IVA que Recuperas

Aquí viene la parte buena. Cada vez que compras un bien o servicio para tu negocio y te entregan una factura, pagas un 19% de IVA. La ley te permite usar ese IVA pagado como un Crédito Fiscal, es decir, lo puedes descontar del Débito Fiscal que tienes que pagar.

¿Por qué existe este crédito? Para que el impuesto no se vaya acumulando en cada etapa de la cadena productiva y solo se grave el "valor agregado".

Requisitos para Usar el Crédito Fiscal

¡Cuidado! No todo el IVA que pagas es recuperable. Para que puedas usarlo como crédito, el gasto debe cumplir tres condiciones sagradas:

  1. Debe estar relacionado directamente con el giro de tu negocio. (No puedes pasar la compra del supermercado como un gasto de tu consultora).
  2. Debe estar respaldado por una factura electrónica (o en algunos casos, otros documentos como facturas de compra o notas de débito/crédito). Las boletas no dan derecho a crédito fiscal.
  3. El IVA debe estar retenido y pagado por el vendedor. El SII hace cruces de información para verificar esto.

¿Y qué pasa si tengo ventas afectas y exentas de IVA?

Aquí es donde entra la "proporcionalidad". Si tu negocio tiene ambos tipos de ventas (por ejemplo, una consulta médica que también vende productos), no puedes usar el 100% del IVA de tus compras comunes (como el arriendo o la luz). Deberás calcular una proporción y solo podrás usar como crédito el porcentaje de IVA que corresponda a tus ventas afectas. Es un cálculo más complejo donde la ayuda de un contador es fundamental.

Entender el IVA es entender el motor de tu declaración mensual. Una buena gestión del crédito fiscal puede tener un impacto directo en la liquidez de tu negocio.

Si quieres asegurarte de que estás aprovechando correctamente todo el crédito fiscal al que tienes derecho, en Optabrand podemos hacer un diagnóstico de tu situación y optimizar tus procesos.

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